lunes, 26 de noviembre de 2007

¡Que tiempos!

Extraño esos tiempos en los que yo entendía la tecnología y no ahora con tanto digital. ¡Viva lo analógico!

viernes, 23 de noviembre de 2007

La frontera



Hoy vuelvo a la frontera,
otra vez he de atravesar,
es el viento que me manda
que me empuja a la frontera
y que borra el camino
que detrás desaparece.

Me arrastro bajo el cielo
y las nubes del invierno
es el viento que las manda
y no hay nadie que las pare
a veces combate despiadado
a veces baile
y a veces… nada.

Hoy cruzo la frontera
bajo el cielo
bajo el cielo
es el viento que me manda
bajo el cielo de acero
soy el punto negro que anda
a las orillas de la suerte.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Que asco


Me estoy encontrando demasiada gente con mucha mierda dentro que aprovechan a lanzarla contra los demás a la mínima y frecuentemente utilizando la disculpa del amor, o mejor dicho enamoramiento. El amor está sobrevalorado, parece que justifica todos nuestros actos por estúpidos que sean. Podemos hacer daño a los demás siempre y cuando tengamos la disculpa del “amor”. Podemos ser víctimas más dignas de lástima, podemos ser grandes despechados. Confundimos el querer con el poder, la sinceridad con la crueldad. Estoy empezando a cansarme de ese tipo de gente que aprovecha sus frustraciones para lanzarlas contra los demás. Que envuelve la basura con papel de regalo y nos la vende a precio de oro. Menos mal que de momento solo es gente que pasa y que no queda.

Ahora entiendo una frase que me dijeron hace tiempo "preferimos destruir lo que amamos a vivir sin poder hacerlo".

Hala, ya me he desahogado. Estoy al limite del colapso total.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Spinnin' (6.000 millones de personas diferntes)

Buscando buscando me he encontrado con este texto tan bonito que ha escrito Jesús y me he dicho: ¿para que escribirlo yo? Ojala la pongan en los cines para qie la pueda ver la gente.


¿SUEÑO O LOCURA?

SPINNIN' es un sueño, siempre ha sido un sueño… y una locura. Siempre ha sido una locura. Ya sé que siempre se dicen estas cosas, pero, en este caso, lo único que te cuento es la verdad. Te lo puede confirmar cualquiera de los que lo vivieron.

Fundamos The Big Bean & The Human Bean Band para hacer un sueño realidad. Siempre quisimos hacer una peli. Una peli bonita, pero lo único que teníamos era un sueño. Así que nos planteamos hacer una película desde la nada. Una locura. Sin subvenciones ni ayudas de ningún tipo. Sin más financiación que unos pocos ahorros y un préstamo pequeñito que sacamos del banco no sin muchas súplicas previas. Teníamos un sueño. Era una locura. Y estaba en marcha.

¿El presupuesto? Lo más que podíamos llegar a reunir no alcanzaba el 10% del coste medio de una película española. Nos dijeron que era imposible, que era una locura, que no era más que un sueño, pero seguíamos teniéndolo. Y, ahora, podíamos ponernos en marcha. Íbamos a hacer una peli bonita con casi nada.

LA GENERACIÓN SPINNIN'

Para hacer una peli bonita hace falta un gran equipo técnico… Enseguida tuvimos claro que, si queríamos la peli más bonita posible, teníamos que rodearnos de nuestros amigos, de la gente a la que más queremos y que más nos quiere. Se entusiasmaron todos, pero tuvimos que convencerles, uno por uno, de que no importaba lo más mínimo que ninguno de ellos hubiera hecho una película nunca. Fue fácil, todos tenían dentro el sueño de hacer una peli bonita… Juntos, reunimos toda la ilusión del mundo, muchas ganas de aprender, un sueño que compartir y la locura más maravillosa que se nos había ocurrido. Además, íbamos a hacer la opera prima perfecta, la primera película de todo el que participara en SPINNIN'. En pocos días era el sueño de todos. Estaba en marcha y nada iba a parar el entusiasmo. ¿Locura? No tanto. Ya teníamos mucho.

Pero para hacer una peli bonita hace falta un equipo artístico perfecto. A esas alturas, nosotros presumíamos de ilusión, pero los actores nos dieron toda una lección. Convocamos un casting abierto y decidimos hacer pruebas durante 3 días, a razón de 10 horas diarias. Estuvimos 14 días, 18 horas diarias. Vimos a más de mil actores que tenían todavía más ilusión que nosotros… y talento. Mucho talento. Habíamos encontrado un reparto absolutamente perfecto.

¿Imposible? El sueño estaba más y más cerca.

LA FAMILIA SPINNIN'


Solo 8 semanas después de arrancar estábamos rodando. Teníamos el presupuesto más bajo que haya habido nunca en España para una peli en 35mm, pero, también, un capital inmenso: ilusión. Nos dijeron "No tenéis nada. Os vais a matar en el rodaje" Todo lo contrario.. No nos quedó más remedio que inventar una manera distinta de hacer una película y el rodaje de Spinnin' se convirtió en el mayor acto de amor que he visto en mi vida. Fuimos testigos de cómo un grupo, completamente heterogéneo, se convirtió, inmediatamente, en familia. Una familia en la que todo el mundo hacía lo que se necesitara en cada momento. Es por eso que en Spinnin' no hay créditos. Cada persona tenía a su cargo una parcela de la producción, pero todo el mundo tenía que hacer de todo. Y todos dieron lo mejor de si, para hacer de todo y para hacerlo bien. Con prácticamente nada y por poco más que la satisfacción de participar en un gigantesco acto de amor. Y este mágico acto de amor se respira en cada plano. Cuando ves la peli lo puedes sentir. Lo puedes compartir.

UN MILAGRO

Nos dijeron que era imposible, que era una locura. Que solo era un sueño. Y sí, SPINNIN' sigue siendo un sueño, un imposible, una locura, un milagro y, además, es la película más bonita que se pueda soñar. Solo tienes que sumergirte en ella, amigo.

Sobre la película


La vida es una gran contradicción y SPINNIN' está llena de contradicciones. Es una película que parece querer decir que todos somos iguales, pero lo que dice, en realidad, es algo más básico: que todos somos absolutamente diferentes.

Y, para reflejarlo, desde su misma esencia, SPINNIN' escoge ser una película absolutamente diferente. Y lo es no solo por su peculiar concepto de producción, si no, también, por cómo está concebida a nivel narrativo. Utiliza un lenguaje propio, fresco, directo y único que el espectador aprende a lo pocos minutos de proyección y le proporciona el disfrute único de lo que se siente como privado, como propio. Tan pronto como te has aclimatado, te encuentras comunicándote en otro idioma y viendo el mundo desde otro prisma. Hay 6000 millones de maneras diferentes de mirar y el espectador se encuentra utilizando una, completamente nueva, que no había utilizado nunca antes.

SPINNIN' plantea algo muy sencillo: este planeta está habitado por 6000 millones de personas y cada una de ellas es única y absolutamente diferente de las demás. Todos somos tremendamente peculiares y cada uno ve el mundo de una manera completamente diferente, pero todos necesitamos, paradójicamente, que nos traten igual que a los demás para poder seguir siendo diferentes. Para poder seguir siendo como somos.

SPINNIN' se fija en un puñado de estos peculiares habitantes del planeta que coinciden por distintos motivos en un mismo barrio, para hablar, sencillamente, de personas, de cómo se relacionan, cómo se unen, cómo interactúan y cómo se separan. Y para hacer esta aproximación, SPINNIN' elige hablar de amor, de muchas distintas maneras de amar. Todos somos tremendamente peculiares y cada uno ama de una manera completamente diferente. A su peculiar manera. La película refleja distintas aproximaciones al amor utilizando muy diversos recursos expresivos. Así pueden encontrarse fragmentos rodados en 35mm que se alternan con otros tomados en video digital. Alterna ficción, con documental y falso documental, imágenes muy coloristas, con otras más apagadas acercándose incluso al blanco y negro. Todos somos completamente diferentes y miramos de manera diferente. Spinnin' intenta mirar a cada personaje de una manera especial. Más contradicciones. Hemos dicho que todos necesitamos que nos traten igual para poder seguir siendo diferentes. SPINNIN' elige tratar a cada personaje de manera diferente para que podamos sentirnos iguales.

SPINNIN' tiene un enfoque, aparentemente, optimista de las relaciones humanas, pero no nos engañemos: vivir duele. La película no esconde ese dolor. Lo muestra. El amor tiene aristas, las heridas te mantienen vivo… o, tal vez, no. Cada uno es libre de tomar su decisión. Eso sí, SPINNIN' esconde un as en la manga hasta el final, te enseña lo que duele vivir, pero sales de la proyección con unas ganas tremendas de disfrutar la vida.

SPINNIN' no está concebida y tratada desde el naturalismo. En la peli, los sueños de los personajes se integran dentro de su realidad y la realidad se deja invadir por el mundo de los sueños. Pero los sueños que refleja SPINNIN' están, a su vez, revestidos de realidad, de una realidad aplastante: todos tratamos desesperadamente de vivir constantemente nuestros propios sueños. Esta nueva paradoja del enfoque de SPINNIN' llevó a decir a uno de sus primeros espectadores: "Lo curioso es que SPINNIN' se parece mucho al mundo real. Ojala el mundo real se pareciera un poco a SPINNIN'.